Nunca fue fácil estar lejos de todos, pero con tu compañía mi soledad era casi imperceptible. Escuchar tu voz por unos segundos era darle luz a mi mundo lleno de recuerdos tristes. Lejos de ti mis instantes pierden sentido. Cada día se hace más detestable el estar en este frío lugar sabiendo que lo único que puedes darme ahora es indiferencia. Es difícil despertar y saber que mis llamadas no tendrán más respuestas, que no podré recibir ningún mensaje tuyo diciéndome cuanto me quieres. Siento un nudo en la garganta cada vez que te imagino, al lado mio abrazándome o sonriendo. En el fondo, debes saber la falta que me haces, pero tal vez tu orgullo puede más que todo el amor que sentiste por mi en algún momento.
Mi intención nunca fue hacerte daño y menos inventar cosas que no sentía, pues no sé mentir y lo sabes. Sin embargo, mi mensaje no era para que te alejarás sino para ver cuanto me querías y eras capaz de hacer por estar junto a mi.
Pero antes de irme en un viaje sin regreso, solo quiero verte y decirte cuanto te extraño, cuanto más te quiero y agradecerte por todo los momentos bellos que me diste, aunque ahora esos sean precisamente los que me hacen llorar. Debes saber que siempre esperaré a que volvamos a ser los de antes, dos amigos que siempre estuvieron juntos sin importar los comentarios de los demás y que sin querer se enamoraron puramente tratando de llenar vacíos que hoy se hacen más grandes estando separados.
Te esperaré, amor, porque amores como el que tuvimos no pueden terminar así.
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