-Él: ¡Oye, espera! Disculpa, ¿aún tienes mis audífonos?
-Yo: Claro, ¿los quieres de vuelta?
-Él: No, quédatelos... yo no los necesito, ¿podemos hablar un rato?
-Yo: La verdad pensaba no volver a hablar -mis ojos se llenaron de lagrimas- no entiendo por qué has venido hoy.
-Él: Necesitaba, bueno necesito -se acerco lentamente a mi- solo será la última vez.
-Yo: No entiendo, ¿qué te sucede? ¿has tomado?
-Él: Un poco, pero en realidad quería recordar como se sentía hacerlo...
Y se sentía así...como si hubiese tenido 100 años y los 99 últimos hubiera estado anhelando ese momento. Sentía que mis labios eran dirigidos, no por mi cerebro, sino por mi corazón, que latía más rápido de lo normal. Sentía que mis ojos, a pesar de estar cerrados, visualizaban su imagen -sus ojos, su nariz, su boca- que me parecían tan perfectos y tan mios. Sentía como coincidíamos en cada movimiento y lo único que quería era morir, morir en ese instante y no volver a sentir su ausencia una vez más, quería detenerlo, quería decirle que había sido un idiota por haberse ido todo este tiempo, pero lo único que atine a hacer fue amarlo, amarlo por última vez como si fuese la primera.
Atte. Dreamer
(Si lees esto debe sonar de fondo Journey con Open Arms)
