sábado, 13 de agosto de 2011

A veces si, a veces no.

Realmente me siento muy dolida, quizás haya querido mucho más a otros chicos; pero nunca nadie me lastimó como él. Fue tanta la inversión en un amor de oferta que me termino costando lágrimas, decepciones y un 'corazón partido' que ahora escribe detrás de esta pantalla. 

Las horas junto a ti me hicieron tan felices que me costaba decirte 'adiós'. Nunca hubiera esperado este tan amargo final para nuestra 'amistad'. Tú y ella, queriéndose, amándose sin importarles mi desdicha, y es que tal vez el amor sea injusto para muchos, justo para pocos.

Me acostumbre tanto a ti que me costó no saludarte, no contestarte el teléfono, mostrarte indiferencia durante meses; sin embargo, no duré mucho con esa mala actuación: Te hablé, mandando mi resentimiento al tacho, mientras tu usabas mi vulnerabilidad para no sentirte mal por la ausencia de 'ella' y aunque en el fondo yo presentía eso, nunca te dije 'no'.  Gracias a eso, ahora  me veo en medio de esta historia como la tonta victima, que causa lastima a algunos y  risa a otros.

FIN.
Sé que todo pasa, que el tiempo curará mis heridas. 
Adiós 'amor cruel', adiós a ti.

Mis incesantes miedos

Hoy estuve pensando frente al espejo y mientras lo hacia, más me atemorizaban mis miedos, esos, los que me asechan hace ya muchos años atrás. Tal vez sea mi fragilidad ante los problemas o, como dice un 'buen amigo', es que le doy mucha importancia a ciertas cosas. Lo cierto es que mis pensamientos irracionales me confunden y algunas veces hasta me lastiman, tanto, que siento que yo misma soy mi peor enemigo.

Varías veces he estado a punto de caer en el abismo de mis dudas, pero siempre ha existido algo o alguien que me ha detenido, esos momentos son los más tristemente alegres (ahora que pienso en un 'alguien' que me detuvo, me invade la nostalgia). Espero que algún día mis miedos me dejen en paz y pueda estar bien por más tiempo.

Creo que ya era hora de publicar.