No has cambiado muñeca de papel, sigues fría e inexorable como aquel día bajo la lluvia, igual de frágil e inocente como en aquella despedida, eterna en una noche de alcohol y tan volátil en un día sin sol. Y que aunque lo niegues, aún esperas al chico de la sonrisa infinita, los ojos fijos y el humor negro, ese que desapareció sin pronunciar la frase que esperabas oír y que que a menudo sabe meterse en tus sueños más prolongados y profundos.
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| Siempre va pesar... |
¿Muñeca, has aprendido acaso con esa sonrisa tuya a esconder el miedo, la ansiedad y el dolor? ¿O tal vez a con esa ira liberas un dolor que te aflige hasta hoy?. Al parecer el tiempo ni el dolor han podido cambiar tu alma de niña, tu sentimiento puro ni tu tan arraigado idealismo. ¿Dime si sigues soñando con aquel fantasma que te dio amor o ya te has resignado a su adiós?
Corazón mio, debes superar, perdonar y olvidar, dejar de fingir y llorar. Corazón mio lo que no mata, te hace más fuerte, y tú hoy lo eres, aunque no lo sepas notar.
