sábado, 5 de octubre de 2013

Amor a segunda vista


En una nublada tarde lo vi por primera vez, reconozco que la primera vez simplemente me pareció lindo; en ese entonces yo estaba centrada en otra persona, así que creo que solo por seguirle el juego a mis amigas fingí emoción de colegiala. No volví a saber de él, hasta un mes después, al inicio era tan cortante que creí que era el hombre más botado que había conocido, poco a poco esa indiferencia se deshizo y se convirtió en interés puro, en misterio, en un "quiero verte pronto". Hace un mes volvimos a cruzarnos por segunda vez, ya no fue de "casualidad", está vez lo vi de una forma diferente, de cerca y por primera vez pude sentir algo diferente. Fue rápido e intenso todo, no sé que fue pero fue especial, como si hubiera llegado a cambiar mi vida. 

Sé que no nos conocemos bien, que tal vez nunca termine de conocerlo por completo, pero no saben cuánto lo quiero, cuánto lo extraño cuando estoy lejos de él, en una noche fría como esta extraño esos ojos que me llenan el alma, esas palabras que me alimentan el corazón y esas manos que sostienen la esperanza de estar juntos pronto. Sé que no estamos al mismo nivel, sé que somos diferentes, que peleamos muy a menudo y nos amistamos en menos de 24 horas. 

En verdad no tengo la certeza de que esto funcione, no pretendo escribir un cuento de final feliz, hoy mis manos solo escriben porque quiero agradecerle, porque llena mi vida de amor y me lleva  a una dimensión fuera de la tierra, me lleva a la felicidad. 

Todo esto es posible gracias a a Dios, mi gran cómplice, él único que conoce en verdad mi corazón, dulce y amargo a la vez. Gracias por amarme Señor.