Pensar en ti en una tarde, escuchar tu voz aunque no te pudiera ver antes solía ser felicidad, ahora solo significa un atardecer triste y lleno de recuerdos borrosos. Soñaba con ser dos, soñaba con el sapo que se convertía en príncipe. Pero es así el sapo, sapo es y será sapo siempre, jamás se hará príncipe en la vida real. No existes, no existe el amor entre tú y yo, todo oscurece y yo sigo sin poder alejarme de ti.
Odio perderme en aquellos pensamientos, que quiero desechar. Odio vivir sin un orden y un camino claro por el cual andar tranquilamente. Te necesito mucho, pero ahora solo debo esperar a que todo este amor pasé, no volveré a creer en sapos ni en príncipes, que son fantasía. Atardece y yo voy despertando de mis recuerdos (felizmente).
God, give me peace.